Salimos de Madrid por la carretera de Andalucía, así que llegamos a Córdoba, bellísima con sus casas con patios llenos de flores; seguimos hacia Sevilla, donde celebramos el fin de año. Un día después pasamos por Cádiz y Huelva rumbo a Portugal. Así llegamos a Lisboa, antigua y señorial, bellísima (Lisboa es una ciudad a la que me gustaría volver). Seguimos rumbo a Sintra y Cascais donde recuerdo una maravillosa vista del mar mientras desayunábamos en la terraza de la habitación del hotel.
De vuelta a España paramos en Cáceres y también visitamos el Teatro Romano de Mérida. Posteriormente cojimos rumbo a Madrid.
Esta narración resulta superficial porque la relación de pareja se fue deteriorando hasta llegar a su fin. Así que todo terminó y sólo quedaron recuerdos superficiales.
Estrella
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